Como ha venido pasando los últimos veinte años, aquí cualquier equipo viene y nos trapea en nuestra propia casa. Los jugadores no le ponen verraquera de otras épocas como la ponían Pimentel y Vanemerack en el medio campo de Millos.
Córdoba que fue una figura importante en el fútbol ahora tiene un pecho de tabla y las pelotas le rebotan peligrosamente. El primer gol fue culpa de él. Salió a nada, se hubiera quedado en el arco y Pedro Franco le hubiera dado mejor solución al balón.
El segundo gol fue culpa de Cuadrado, un atenuante es que él no es el arquero titular, porque cuando mejor tapa lo reemplazan por Córdoba, así cualquiera se desmoraliza. Pero igual es culpa del arquero. Hizo falta Bedoya, así le saquen tarjeta amarilla, qué importa, aunque Robayo jugó bien y es artífice del gol de Millos.
Araujo lo cambian, por fin, que mal jugador, es mejor iniciar con Ómar Vásquez y Shermann Cárdenas. Pedro Franco muy bien defendiendo, tiene calidad como los buenos defensores, esperemos que llegue a ser como Andrés Escobar, Iván Córdoba; pues este muchacho tiene madera, un jugador tan joven y con un puesto de tanta responsabilidad.
Esperemos a ver qué hará el Chiqui para salir de este estanco.
Los resultados hay que conseguirlos de visitantes, pero los empates no sirven, si perdemos de local hay que ganar de visitante.
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